EPIDEMIA Y PANDEMIA: ETIMOLOGÍAS, ORTOGRAFÍA Y ALGO MÁS…

 

¿Sabías que, según el portal de la Real Academia Española (RAE), las palabras más buscadas en estos días en el Diccionario de la lengua española (DLE) son pandemia, epidemia, cuarentena, cuarentenar, confinar, confinamiento, hipocondría, asintomático?

¿Qué tienen en común la epidemia y la pandemia?
Ambos términos se refieren a una enfermedad que afecta a un gran número de personas durante algún tiempo; la diferencia fundamental estriba en la extensión territorial que alcanzan: la epidemia, suele limitarse a un país o región, mientras que la pandemia se extiende por muchos continentes, es decir, cruza fronteras internacionales, arropa buena parte del mundo.

Tanto los términos epidemia como pandemia, nos llegan del griego, (ἐπιδημία y πανδημία, respectivamente). En el caso de epidemia, llega al español a través del latín medieval, epidēmía). Comparten la misma base o elemento compositivo dēmos (<demia) que significa ‘pueblo’. Es también el caso de democracia que literalmente significa ‘gobierno, dominio o poder’ (cracia), del pueblo (demo); o demografía que el DLE define como el ‘estudio estadístico (grafía) de una colectividad humana (demo), en un determinado momento o en su evolución’, ya que el elemento compositivo grafía, también de etimología griega, significa ‘descripción’, ‘tratado’, ‘escritura’ o ‘representación gráfica’.

Evidentemente, los términos epidemia y pandemia se diferencian por el primer elemento compositivo. Epi, con valor locativo puede significar ‘sobre, encima’ como en epidermis (capa sobre la dermis de los vertebrados), epicentro (literalmente significa ‘sobre el centro’) o epiglotis (cartílago ubicado sobre la glotis que tapa la glotis en la deglución). Asimismo, epi- puede usarse con el sentido de ‘estar en o cerca de un sitio’, es decir, para referirse a ‘estancia en una población’, con valor temporal, como es el caso de epidemia.

Por extensión, el término epidemia también se utiliza para referirse a un ‘mal o daño que se expande de forma intensa e indiscriminada’ (DLE). Es afín con el sentido de 'algo que circula o se propaga entre la población', como el uso que se documenta en Sófocles para referirse a rumores.

Hipócrates denominó uno de sus tratados más famosos «Epidemias». Se trata de relatos de enfermedades vistas durante sus estancias en pueblos. Algo perfectamente acorde con la realidad de la época, en vista de que los médicos eran viajeros. Sin embargo, el mismo Hipócrates posteriormente utiliza el término epidemia en De natura hominis, ya no para referirse a su estancia o al relato de enfermedades durante su estancia, sino con el valor de ‘aparición y estancia de una enfermedad en una población’ (ver: dicciomed.usal.es), cónsono con el uso actual.

Si se trata de una enfermedad que alcanza la totalidad de la extensión territorial, es decir, ‘todo el mundo’, la lengua se vale del elemento compositivo pan que significa ‘totalidad’ y por ende pandemia se refiere a la enfermedad transmisible epidémica que se extiende por muchos continentes, es decir a ‘todo el pueblo’ (pan- 'totalidad' y dēmos 'pueblo'). Nos resulta muy familiar este recurso compositivo que utilizamos cuando nos referimos a los pueblos de América como panamericanos o nos valemos de la voz panhispánico para referirnos a la totalidad del mundo hispánico. De igual modo se justifica que se denomine panteísmo al sistema filosófico (-ismo 'doctrina', 'sistema', 'escuela' o 'movimiento') de quienes creen que la totalidad del universo (pan) es el único dios (gr. θεός theós).

El DLE define pandemia como ‘enfermedad epidémica que se extiende a muchos países o que ataca a casi todos los individuos de una localidad o región’. En el portal de la RAE hace referencia a que se extiende por varios continentes.

¿Afectan las epidemias y las pandemias solamente a los seres humanos?
Técnicamente sí. La lengua posee términos que se apropian de elementos compositivos que resultan transparentes a los conocedores de las lenguas clásicas. Para referirse a las enfermedades que afectan una gran cantidad de plantas se utiliza el término epifitia (epi + fitia, del griego phyton que significa ‘planta’). Si se trata de enfermedades que afectan a una o varias especies de animales, lo denominamos epizootia. En este caso se sustituye el referente a la población, demos, por zōiótēs, de origen griego ζῳότης, que significa ‘naturaleza animal’. Según el DLE, la voz nos llega a través del francés épizootie.

¿Cómo se escribe?
De acuerdo con las recomendaciones publicadas en el portal de la RAE, la voz coronavirus se escribe en una sola palabra y con minúscula inicial si se usa como el nombre común del virus o, por metonimia, de la enfermedad. Su forma plural es invariable: Los coronavirus pertenecen a la familia Coronaviridae. Es igualmente de forma invariable la palabra virus, que en latín significa ‘veneno’ o ‘ponzoña’, de la que se derivan palabras como virulenta, virulencia. La voz coronavirus será incorporada al DLE en la próxima revisión.

En el caso de su acrónimo, al ser de reciente creación, aún no lexicalizado, la RAE recomienda su escritura en mayúsculas en todas sus letras COVID-19. Indica que solo si con el tiempo llegara a convertirse enteramente en el nombre común de la enfermedad, la escritura indicada sería en minúsculas, covid-19.

En cuanto a la pronunciación del acrónimo COVID, en el portal indica que en vista de que no hay una norma que determine cómo se acentúan prosódicamente los acrónimos en mayúsculas, por lo general, suele aplicarse el patrón acentual mayoritario para palabras con estructura similar. Así, lo normal es pronunciar [kobíd].