ACAPLE ausculta mediante encuesta el estado actual de la lengua en Puerto Rico
Intrigada por la situación actual de la lengua en Puerto Rico y motivada por la invitación para participar del IX Congreso Internacional de la Lengua Española (CILE) que se celebró en Cádiz, España del 27 al 30 de marzo de 2023, la secretaria de la Academia Puertorriqueña de la Lengua Española (ACAPLE), la Dra. María Inés Castro Ferrer, junto a las doctoras Brenda Corchado Robles, Anna Kaganiec-Kamieńska y Rebecca Arana, elaboró un cuestionario que pretende iniciar la discusión sobre el estado actual de la lengua en Puerto Rico. Los resultados preliminares fueron presentados por la Dra. Castro en el panel «Convivencia e hibridaciones del español con el inglés» en el marco del CILE 2023.
En estudios posteriores, serán analizados con mayor profundidad y rigurosidad científica.
El cuestionario contenía 29 preguntas cerradas y una abierta para comentarios o reacciones de los participantes. Estuvo disponible en la página web de la ACAPLE durante la semana del 5 al 12 de marzo y lo completaron 992 personas residentes en la isla. Las primeras preguntas giraron en torno a la vinculación del español con la cultura y el «ser puertorriqueño». En cuanto a estos dos aspectos, el 96% de los que contestaron la encuesta se expresó de acuerdo con la premisa en cuanto a la vinculación del español con la cultura puertorriqueña; sin embargo, cuando se preguntó si ser puertorriqueño implicaba hablar español solo el 46% de los encuestados se expresó de acuerdo, un 36.3 % estuvo algo de acuerdo y un 17% en desacuerdo.
Otra de las preguntas que se realizaron quiso auscultar si consideraban el saber español tan importante internacionalmente como saber inglés. Los resultados arrojaron que el 79.7% de los encuestados se expresaron de acuerdo con esa premisa; un 15.6% algo de acuerdo y el restante en desacuerdo.
Para evaluar la percepción en torno a la forma de comunicarse de los puertorriqueños tanto en español como en inglés, se elaboraron dos preguntas en las cuales se cuestionaba si entendían que la mayoría de los puertorriqueños residentes en la isla hablaban «buen» español y «buen» inglés. Aquí las lingüistas aclararon que se utilizó el adjetivo «buen» porque existe una percepción -habría que indagar las razones y la justificación- de que tanto el inglés como el español que se habla en Puerto Rico son «malos» o «mediocres». En cuanto a este punto, se debe también añadir que en estudios posteriores se delimitará con mayor precisión lo que constituye bueno o malo.
Siguiendo con este asunto, solo el 23.2% de los participantes indicó que estaba de acuerdo con la premisa que expresaba que la mayoría de los puertorriqueños hablamos buen español frente a un 77% que escogió las opciones algo de acuerdo o en desacuerdo. En el caso del inglés, el porcentaje fue más abrumador ya que un 69.6% escogió que estaba en desacuerdo con la afirmación de la encuesta en torno a que la mayoría de los puertorriqueños hablan buen inglés.
A la luz de los resultados anteriores, llama la atención el 96.3 % de porcentaje de afirmación que obtuvo la pregunta sobre si los propios participantes procuraban hablar español con corrección ya que, en cierta forma, contradice la percepción de que todos o la mayoría los puertorriqueños no hablan un buen español.
La percepción del nivel de bilingüismo español-inglés de los puertorriqueños también se auscultó en esta encuesta y dio como resultado que un 64.3% de los participantes se expresó de acuerdo en considerarse bilingüe y en un 77.2% sentirse cómodo con el término. En el caso de que el encuestado no se hubiera considerado así, un 90.9 % expresó que le gustaría serlo.
Ya para finalizar, otro aspecto que también se indagó en torno al fenómeno del bilingüismo en Puerto Rico fue conocer si en el entorno familiar los menores de edad hablaban inglés entre ellos; aquí un 27. 2% indicó que lo hacen con frecuencia, un 40.2 % que lo hacen a veces y un 32.3 % nunca.
Recalcamos que todos estos datos provocan estudios posteriores y más rigurosos en torno a las percepciones y actitudes de los puertorriqueños hacia su vernáculo y todo lo que rodea su situación de habla en la isla. No queremos terminar sin indicar que las investigadoras quieren agradecer los 219 comentarios y sugerencias que hicieron en torno a esta encuesta en la pregunta abierta. Estas arrojaron mucha luz sobre los datos cuantitativos y se tomarán en consideración para el diseño de los instrumentos que se utilizarán para conocer y analizar el estado de la lengua española en Puerto Rico.